jueves



Instinto

Hasta ahora me doy cuenta que siempre te gustaron jóvenes, era un patrón que no había visto. Yo era mas joven que tu y hasta después me di cuenta que era la favorita,
a la que maltratabas mas, por eso tuviste que conformarte con alguien mucho mas joven y menos complicado.

Recuerdo perfectamente la vez en tomaste el primer sello, mi boca.
Era de noche, tu y yo en tu vehiculo en un estacionamiento alejado en una noche lluviosa.

Hasta parece que hubieras planeado todo para que te la mamara esa noche.
Lo divertido del asunto es que puedo jurar que fui yo quien tomo ventaja de ti y de ahí marque mi territorio.

Obviamente hubo suficiente alcohol como para que dejaras que te desabrochara el pantalón y descubriera a que sabes.
Tu cara sorprendida y asustada mezclada con lujuria serán imborrables para mi. Mi primer chupada pensé yo. Fue la primera vez que sentí como era que el instinto te guiara.

Mi labios cubriendo tu sexo que poco a poco fui introduciendo lo mas que pude, mientras mi lengua se pegada a tu miembro cuando lentamente subía y bajaba.
Fue la primera vez que escuchaba los gemidos de un hombre por placer. Mi lengua que jugueteaba con la punta mientras tratabas de no gritar y luchabas por no empujar mi cabeza. Por primera vez sentí lo que era el poder sobre una persona y lo adictivo que es eso.

Muy pronto empecé a sentir movimientos de contracción, mi instinto trato de quitarme a tiempo pero alcance a percibir un poco de ti en mi boca. Lo suficiente para no olvidarte nunca. La vergüenza que te dio después al verte vulnerado, cegado de placer, incrédulo al ver que tu pequeña era una puta en potencia (cosa que sufrí y gocé)

Aturdido atinaste a decir que era tarde y tenias que dejarme en mi casa. No hablaste, no me besaste, es mas , creo que ni siquiera volteaste a verme. Llore en cuanto me baje de tu coche, no entendí que paso pero sentía culpa y vergüenza. A la mañana siguiente me marcaste para decirme que las copas se nos habían pasado y que hoy iríamos al cine. Fue mucho tiempo después cuando confesaste que nadie te había dado tanto placer como yo. Yo realmente me lo creí y sigo en el entendido de que tengo un talento natural para el fellatio. Triste, es una pena que tu camino y el mio no sean el mismo de verdad me encantaría que pudieras constar la evolución de tu pequeña en lugar de haberte conformado con alguien que a duras penas abre la boca para comer.

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